miércoles, 31 de julio de 2013

¿Cómo se llama tu personaje?

De acuerdo, ya sabes qué rasgos de personalidad va a tener tu personaje. Ahora dime, ¿cómo se va a llamar? No es una pregunta trivial. Si sois padres o estáis planeando serlo, sabréis que la elección del nombre de tus hijos no es una cosa fácil, ya que es algo que los marcará toda la vida, tanto para bien, encabezando portadas y titulares de periódicos por sus logros, como para mal, convirtiéndolo en objeto de bromas y burlas sin fin. Lo mismo pasa al parir nuestros personajes de ficción: nos guste o no, el nombre de pila tiene un poder definitorio. Por ese motivo, en la creación de un personaje de tira cómica más vale elegirlo a consciencia para explotar el potencial de un buen nombre.


Criterios a tener en cuenta al bautizar a un personaje nuevo:
  • El nombre puede explicar su personalidad, naturaleza y trasfondo, o incluso ser una micro-descripción del personaje. Un ejemplo radical serían los nombres de los Pitufos. Su nombres son su atributo más característico: el Pitufo Gruñón, el Pitufo Fortachón, el Pitufo Gafitas. Es también el caso de Gigante en Doraemon. Así mismo, el nombre puede transmitir información del pasado del personaje, como su nacionalidad u origen. Por contra, también puede ponerse un nombre que  irónicamente represente justo lo contrario de la esencia del personaje. Un personaje que que sea una encarnación de Satanás y se llame "Angelito" puede ser divertido.
  • Puede ser una broma en sí. El propio nombre del personaje ya es una broma. Recupero un ejemplo que me encanta: la pequeña Libertad de Mafalda.


  • Cuanto más corto y contundente, mejor. Son más fáciles de recordar y ocupan menos espacio en los globos. Si se puede pronunciar en varios idiomas, mejor para ti. Por contra, un nombre exageradamente largo e impronunciable también puede convertirse en un mecanismo cómico.
  • Ponedle el nombre de alguien que conozcáis. ¿Vuestro personaje está inspirado en alguien que conocéis personalmente? Pues tomad prestado su nombre, o una deformación o un diminutivo del mismo. Eso hicieron Larry David y Jerry Seinfeld al crear el personaje de Kramer, inspirado en un vecino real de Jerry. También podéis combinar nombres y apellidos de varias personas. Y obviamente, si el personaje está inspirado en vosotros mismos, podéis dejarlo implícito mediante el nombre.
  • Homenajes a otros personajes, ya sean personajes históricos (Calvin y Hobbes) o de ficción (películas, novelas, series de tv, otros cómics). En este apartado entrarían también las parodias de nombres de otros personajes.
  • Que sea único y especial. ¿Hay otros personajes de tiras cómicas que tengan el mismo nombre? Si el nombre ya está muy asociado a un personaje de tira cómica popular, pesará mucho y tu personaje no se podrá desarrollar libremente sin que lo comparen con el otro. A menos que sea un homenaje deliberado o un juego metalingüístico, claro, y que la gracia consista en que el nombre es el mismo y la personalidad es totalmente opuesta. ¿Por qué no crear un perro que se llame Garfield, por ejemplo?
  • La sonoridad y la facilidad de pronunciación son importantes. Mediante la sonoridad podemos transmitir incluso atributos del personaje. El nombre puede recordar a una onomatopeya asociada a sus habilidades o personalidad. En cuanto a la facilidad de pronunciación, que el nombre sea fácil de pronunciar en varios idiomas tiene un montón de potenciales ventajas. Los nombres con buena sonoridad y fáciles de pronunciar también son fácilmente recordables.
  • Juega con los apellidos. No olvidemos que los nombres pueden estar compuestos de nombre y apellido. Usar siempre el apellido asociado puede servir tanto para darle una sonoridad especial como para hacer un chiste o transmitir un atributo. Ejemplos: Pierre Nodoyuna, Charlie Brown.

Un ejemplo de todos estos consejos combinados: Superlópez. El nombre es una broma en sí, parodiando/homenajeando a Superman, y describiendo con precisión la naturaleza del personaje: un superhéroe nacional que en realidad es un tipo corriente, un "medianía". Y es corto, contundente, único y especial.


En el momento de bautizar a tu personaje tendrás que tener también en cuenta el resto de nombres de los protagonistas de tu tira cómica. Parece una obviedad, pero tienen que sonar distinto y diferenciarse bien entre sí, de manera que el lector no los confunda y los asocie de forma clara a cada personaje. Que todos los nombres de los personajes tengan algo en común (como los nombres acabados en -ix de los galos de Astérix) o se parezcan mucho (Dupond y Dupont) puede también ser un recurso cómico. Pero en general, conviene que los nombres sean claramente distintos, de la misma forma que es importante que tengan rasgos de personalidad únicos y distintivos.

Un ejemplo propio de aplicación de estos criterios: la elección de nombres de los personajes principales de ¿Dónde está el guionista?


  • Larry Midas: al tratarse de un magnate megalómano de la televisión, me hacía gracia ponerle el nombre del Rey Midas del cuento, capaz de convertir en oro todo lo que toca (por nefasto que sea). El Larry es un homenaje doble, a Larry King (en quien está inspirado físicamente Midas) y en Larry David (guionista co-creador de Seinfeld de quien soy megafan).
  • Andy: Diminutivo de "Andrés". ¿No hace falta decir nada más sobre en quién se inspira, no?
  • Kowalski: siempre me gustó como suena este nombre. Hay muchos Kowalskis, un pingüino de Madagascar, un personaje secundario de Alien... Un personaje de Red Dwarf se llamaba Kochanski, y eso me inspiró el running gag de hacer que todo el mundo confunda el nombre de Kowalski y lo escriba mal constantemente, reinventándolo cada vez. Así que el nombre es un chiste en sí mismo, y explica la naturaleza del personaje, un guionista "invisible" y a quien nadie del equipo presta atención.
  • Calixta: ¡Homenaje a Calixta Flockhart! Y además, suena a tragedia griega.
  • Aarón: Es un auxiliar de producción fan de Elvis, así que le puse el segundo nombre del Rey del Rock.
  • Vicky: Suena parecido a "becaria", que es lo que es. Me gusta como suena "Vicky la Becaria".
  • Matusalén: Un guionista veterano, veteranísimo. ¡Qué mejor que ponerle el nombre del anciano Matusalén!
  • Jota Jota: Homenaje al guionista, director y creador de Lost J.J. Abrams. En la tira, es un guionista estrella.

Una vez decidido el nombre, es importante FIJARLO, que el lector lo aprenda y lo recuerde. Para ello, lo mejor es REPETIR el nombre de los personajes cuanto más mejor. Aunque os parezca reiterativo, es necesario incluir en el diálogo de CADA TIRA el nombre de los personajes que participan, como mínimo UNA VEZ. Esta es una regla que respeto a rajatabla. A diferencia del inglés, en una conversación orgánica y natural en castellano no es habitual referirse a tu interlocutor constantemente por su nombre, lo sé. Pero es una fórmula que se acepta dentro de la convención de la ficción audiovisual, el lector/espectador lo tolera bien si se integra con gracia en el diálogo, sin forzar demasiado. Es algo muy habitual en las sitcoms, los protagonistas repiten sus nombres en prácticamente cada secuencia. Fijaos la próxima vez que veáis un capítulo de vuestra sitcom preferida y contad las veces que se pronuncia el nombre de un personaje. A pesar de llevar cientos de tiras cómicas publicadas, es importante que sigáis incluyendo el nombre de los personajes en CADA TIRA, insisto. Pensad que el consumo de las tiras cómicas muchas veces es casual o aleatorio, no siempre hay que dar por supuesto que el lector ha leído las tiras anteriores y ya conoce perfectamente el nombre de los personajes.

Si hacemos bien nuestro trabajo como guionistas y logramos que el personaje cuaje, la gente asociará sus rasgos de personalidad a su nombre. Y quien sabe, si el personaje resulta popular, su nombre acabará apareciendo en camisetas, tazas, pijamas, ropa interior y demás merchandising en letras grandes . Así que no infravaloremos el poder de un buen nombre.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Cómo hacer la primera tira

Las primeras impresiones son importantes. En una tira cómica, también. Cuando empiezas una tira cómica,  la tira número 1 es esencial. Como ya hemos explicado en este curso, hay que preocuparse por definir y presentar a los personajes de forma inteligente y atractiva en cada tira. Pero la primera merece una atención especial. Seguramente, nunca es la mejor, pero siempre va a seguir siendo la primera y, lo queramos o no, será la puerta de entrada para los nuevos lectores (muy especialmente cuando hablamos de webcómics) y la constante referencia para medir nuestra evolución. Por eso vale la pena detenerse y tener en cuenta unas cuantas cuestiones antes de publicarla.

No es gratuito que me ponga a escribir esta reflexión ahora. Me encuentro preparando el estreno de una nueva tira cómica, y me apetece aprovechar el momento para compartir con vosotros mis inquietudes en este punto incierto en el que los lectores todavía no le han echado el ojo al nuevo cómic y me muerdo las uñas por saber cómo reaccionarán.

Unas cuantas cuestiones, válidas en general para todos los guiones de tiras cómicas, pero que me planteo especialmente al pensar la primera tira cómica de un nuevo proyecto:

  • Antes de pensar la primera tira, TENER CLAROS LOS PERSONAJES. De esto ya hemos hablado: no escribas la primera tira sin antes construir el personaje y definir sus rasgos de personalidad.
  • Que la primera tira DEFINA CLARAMENTE UNO o DOS RASGOS DE PERSONALIDAD del personaje PROTAGONISTA. Que sean sus rasgos más importantes y reconocibles.
  • EMPEZAR IN MEDIAS RES, es decir, en mitad de la historia, con la situación ya planteada, como si ya llevase tiempo sucediendo.
  • En la misma línea, intentar QUE NO PAREZCA UNA TIRA DE PRESENTACIÓN. Evitar diálogos del tipo "Hola, me llamo Tal y os voy a explicar las cosas que me pasan".
  • Que sea una tira que PODRÍA LEERSE INDEPENDIENTEMENTE cuando llevemos 50 tiras.
  • NO INTENTAR EXPLICAR DEMASIADAS COSAS. Ya tendremos tiempo para desarrollar, recordad que la tira cómica es un formato de largo recorrido. Centrémonos en los conceptos básicos más importantes que definen nuestra tira y nuestros personajes. Es mejor explicar un concepto potente y dejar el resto para más adelante, para que el lector se vaya enganchando a medida que los va descubriendo.
  • Que los personajes SE DEFINAN POR SUS ACCIONES, no por sus palabras. Ser demasiado verbales y explícitos es una trampa.
  • PROCURAR QUE QUEDE CLARO EL NOMBRE DEL PROTAGONISTA. Parece una tontería, pero si no se lo dejamos claro, el lector no sabrá cómo se llama.
  • Y algo que no hay que olvidar: QUE TENGA CHISTE. Y que sea gracioso. Preferentemente, QUE SEA UN CHISTE UNIVERSAL, que no caduque con el tiempo. Si no, os vais a arrepentir cuando los lectores vayan a la primera tira varios años después y no lo entiendan.

Si aplicamos estos criterios con algo de gracia, tal vez lograremos picar la curiosidad del lector y que tenga ganas de más. Aunque, como siempre, no hay fórmulas mágicas, y existirán miles de ejemplos que incumplen totalmente estos criterios y funcionan.

Un par de mis ejemplos favoritos de tira número 1. El primero, como no, la primera tira de Peanuts, de Charles Schulz, con la presentación de Charlie Brown, el gran protagonista de la tira cómica.


Repasemos un poco los criterios anteriores:

  • Presenta al PROTAGONISTA y define claramente sus grandes RASGOS: Charlie Brown, el buenazo que será objeto del ninguneo, el desprecio y la humillación más implacables por parte de su grupo de amigos a lo largo de los 50 años de publicación de Peanuts.
  • Se presentan los rasgos de forma sutil, indirecta, mediante ACCIONES, no palabras.
  • Queda claro el NOMBRE del protagonista. Lo repite hasta TRES VECES, y de forma justificada (¡más difícil todavía!).
  • Comienza IN MEDIA RES, y es una tira que se puede leer perfectamente después de haber leído 50 tiras al azar de Peanuts.
  • Tiene un CHISTE y es GRACIOSO. Y UNIVERSAL.
  • Ciertamente, NO PARECE UNA TIRA DE PRESENTACIÓN.

Schulz, haciendo que lo difícil parezca un juego de niños desde la tira número 1...

El siguiente ejemplo no es propiamente una tira número 1, pero podría serlo perfectamente. Se trata de la primera vez que aparece el personaje de Libertad en Mafalda, de Quino.


  • De nuevo, presenta los RASGOS principales del personaje: Libertad, una niña pequeña, por no decir enana, pero con un fuerte carácter y capacidad para defenderse.
  • ACCIONES, no palabras. A pesar de la frase descriptiva "¡qué chiquitita sos!", la acción lo hace obvio.
  • Queda clarísimo y meridiano el NOMBRE.
  • Tiene CHISTE, universal  muy gracioso.

Parece fácil, ¿verdad? Pues da para romperse los cuernos. Sin ir más lejos, esta es la primera que publiqué de Las Crónicas PSN, a la que di vueltas y vueltas infinitamente.


Tardé mucho, mucho en terminar esta tira. Y eso que fue la primera que se me ocurrió. No cumple ni mucho menos todos los criterios que he señalado anteriormente. Pero alguno sí, aunque fuera de manera un poco inconsciente... Y desde luego, me siento orgulloso de ella como tira número 1, creo que ha aguantado el paso del tiempo a pesar de sus muchos defectos y de las cosas que cambiaría.

Si estáis pensando empezar a publicar una tira cómica y ya tenéis unas cuantas escritas y dibujadas, os propongo que tratéis de aplicar estos consejos y que elijáis como número 1 alguna que cumpla unos cuantos de ellos. Y si ya sois veteranos publicando tiras cómicas, os reto a volver a vuestra tira número 1 con ojos críticos y tratar de ver en qué acertasteis y en qué fallasteis. ¿Os sigue gustando como primera tira? ¿Qué modificaríais? ¿La cambiaríais si pudierais por otra?

Dicho esto, espero que os guste la primera tira de ¿Dónde está el guionista?, la tira cómica sobre el backstage de la televisión y los secretos más inconfesables del trabajo de guionista que estreno el próximo martes, con dibujos del gran Àlex S. Roca. ¡Prometo hacer un análisis de esa primera tira para contrastar si soy consecuente con mis palabras!

miércoles, 25 de julio de 2012

"Cómo escribir, en breve", por Paul Graham

Una traducción rápida y personal de un gran texto de Paul Graham sobre la escritura. Aplicadlo TODO para escribir vuestra tira cómica.

Marzo de 2005

(Mientras respondía un email, me salió por accidente un pequeño ensayo sobre la escritura. Me suele costar semanas escribir un ensayo. Este lo hice en 67 minutos: 23 de escritura y 44 de reescritura.)
Escribir bien es mucho más importante de lo que la mayoría de gente cree. Escribir no sólo comunica ideas: las genera. Si escribes mal y no te gusta hacerlo, perderás la mayoría de ideas que hubieras generado escribiendo. En cuánto a qué hay que hacer para escribir bien, ahí va un breve resumen: escribe una primera versión mala lo más rápido que puedas; reescríbela una y otra vez; descarta del todo todo lo innecesario; escribe en un tono conversacional; aprende a detectar la mala escritura para poder ver y corregir tus propios errores; imita a los escritores que te gustan; si te cuesta ponerte en marcha, cuéntale a alguien qué tienes planeado escribir, y luego pon por escrito lo que le has contado; ten en cuenta que el 80% de las ideas de un ensayo se te ocurrirán después de haber empezado a escribirlo, y el 50% de aquellas con las que empezaste estarán equivocadas; ten la confianza en ti mismo necesaria para recortar; haz que amigos de confianza lean tu material y te digan qué partes son confusas o pesadas; no hagas (siempre) esbozos detallados; deja reposar las ideas unos cuantos días antes de ponerlas por escrito; lleva siempre encima una libreta o un trozo de papel; empieza a escribir cuando se te ocurra la primera frase; si estás obligado a empezar antes por una fecha de entrega, que la primera sea la frase más importante; escribe sobre cosas que te gustan; no intentes resultar impresionante; no dudes en cambiar de tema sobre la marcha; usa notas al pie para descargar tus digresiones; usa anáforas para hilvanar frases; lee tus ensayos en voz alta para detectar (a) frases raras en las que te tropiezas y (b) qué partes son aburridas (los parágrafos que más pereza te da leer); intenta contar al lector algo útil y nuevo; trabaja con un margen amplio de tiempo; cuando retomes la escritura, empieza releyendo lo que tienes hasta ahora; cuando termines de escribir, déjate algo fácil para cuando retomes la escritura; acumula notas de temas sobre los que quieres hablar al final de todo del archivo; no te sientas obligado a usar ninguno de estos temas; escribe para un lector que no vaya a prestarle tanta atención a tu ensayo como tú, de la misma forma que las canciones pop, que están pensadas para sonar bien incluso en la radio de coche más cutre; si has escrito algo equivocado, corrígelo inmediatamente; pregúntale a tus amigos de qué frase creen que te arrepentirás más, revísala y modera las afirmaciones ofensivas; publica cosas online, porque tener un público lector te obliga a escribir más, y así generar más ideas; imprime físicamente versiones en vez de revisarlas sólo en la pantalla; utiliza un vocabulario simple y germánico; aprende a distinguir lo sorprendente de la digresión; aprende a reconocer cuando te aproximas a un posible final, y en cuanto surja la primera ocasión, agárrate a ella.

Fuente: paulgraham.com 
Traducción: Andrés Palomino